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Me llamo Pictor Mulier y pinto mujeres desnudas. Mi formación artística la inicié a los 12 años que iba a dar clases de dibujo académico a una escuela de arte privada. Luego, durante el bachiller y COU, al salir de clase iba a la Escuela de Artes y Oficios. Y, posteriormente, estudié en la Facultad de Bellas Artes durante los 5 años que correspondían entonces. Con mis obras quiero transmitir alegría, sensualidad y optimismo. Mi veneración por las mujeres. Y un mensaje positivo sobre cualquier forma de sexualidad consentida entre adultos. También quiero reivindicar el sexo como temática artística. Tengo un estilio figurativo. Y, dentro de la figuración, transito desde el fauvismo e impresionismo hasta el hiperrealismo. Cuando empiezo un cuadro, nunca tengo previamente decidido hasta dónde voy a llegar. Pero en toda mi obra hay un nexo común: un dibujo académico de base. Independientemente de cómo termine el cuadro, nunca rompo el dibujo. Mi técnica es siempre acrílico sobre tablero imprimado con gesso. La inspiración viene con cada mujer que me cruzo. La vida de mis modelos exhibicionistas y sus fantasías, que comparten conmigo en privado o públicamente en Internet. Mis sueños, que no sé de dónde vienen, pero lo hacen. Y, por supuesto, todas las formas de expresión artística: fotografía, cine, cómic, literatura, pintura, ilustración… ver el trabajo que hacen otros artistas es muy enriquecedor y, lo reconozco, muchas veces una lección de humildad.